El Debate...

A falta de previsión constitucional y reglamentaria, la costumbre parlamentaria ha ido definiendo los elementos esenciales del debate, sobre la base de los artículos 196 y 197 del Reglamento, dedicados al examen de las comunicaciones del Gobierno, e inspirado en los procedimientos de otros debates de gran relevancia como el debate de investidura y la cuestión de confianza.

La tramitación parlamentaria arranca con la presentación por parte del Gobierno y ante la Cámara Baja de una comunicación que, por un lado, solicita la celebración del Debate sobre el estado de la Nación y, por otro, define en su texto los temas de mayor relevancia a los que el Gobierno otorga una mayor relevancia para su discusión en el Pleno. La inclusión de determinados asuntos en el escrito no obsta para que los grupos parlamentarios traten en sus intervenciones cualquier otra materia que estimen importante.

Una vez presentada la comunicación, y admitida a trámite por la Mesa del Congreso, la Presidencia de la Cámara, de acuerdo con la Junta de Portavoces, convoca un Pleno monográfico cuyo desarrollo se prolonga, con carácter general, durante tres días: los dos primeros para el debate en sí y el último dedicado a la tramitación de las propuestas de resolución.

El primer día, el debate arranca con la intervención del presidente del Gobierno que, sin límite de tiempo, desgrana todos aquellos temas que han marcado la agenda política del Ejecutivo y paralelamente hace balance de su gestión. Asimismo, el jefe del Ejecutivo puede definir las principales propuestas legislativas y actuaciones políticas previstas para el año venidero. La intervención del presidente suele arrancar por la mañana y, una vez concluida, se suspende la sesión durante el tiempo que la Presidencia de la Cámara estime necesario.

Unas horas más tarde, se reanuda la sesión para que participen los representantes de los grupos parlamentarios, que toman la palabra a través de uno de sus diputados, generalmente el líder de la formación política o el portavoz parlamentario. Los grupos intervienen de mayor a menor según su número de escaños, pero se reserva el primer turno al grupo de la oposición con mayor representación parlamentaria y queda en último lugar el grupo al que pertenece el presidente del Gobierno. El tiempo máximo de esta primera intervención es de 30 minutos, tiempo similar al previsto en las investiduras y superior a los 15 minutos que el Reglamento del Congreso fija para las comunicaciones del Gobierno en su artículo 196.

El transcurso del debate en cuanto a intervenciones y respuestas depende de una decisión del presidente del Gobierno: si responde de forma individual a cada intervención o las responde todas de forma acumulada. Y es práctica habitual que el presidente entable un cara a cara con cada grupo parlamentario.

De este modo, después de la primera intervención del líder o portavoz parlamentario, el presidente del Gobierno le responde. Además, el grupo tiene la posibilidad de dos nuevos turnos -de réplica y, en caso de que así se solicite y se acuerde, dúplica-, con tiempos de intervención más reducidos, cerrando el presidente de Gobierno el debate con cada grupo parlamentario.

El segundo día prosigue la sesión con las intervenciones de los grupos parlamentarios que no tomaron la palabra en la jornada previa. Los grupos parlamentarios compuestos por varias formaciones políticas, como puede ser el Grupo Mixto, reparten el tiempo máximo de intervención entre todos aquellos portavoces que deseen tomar la palabra. Y el último grupo en intervenir es aquel que sustenta al Gobierno, concluyendo así el Debate sobre el estado de la Nación.

Adicionalmente, concluido el debate se abre un plazo para que los grupos parlamentarios puedan presentar propuestas de resolución -iniciativas no legislativas similares a las proposiciones no de ley o mociones-, cuyo contenido, con carácter general, se relaciona con los temas tratados y que tienen por finalidad orientar la acción del gobierno, instándole por ejemplo a tomar una decisión o aprobar una medida en un determinado sentido.

Las propuestas presentadas se tramitan en una sesión plenaria, la misma semana o la semana siguiente, en la que los grupos parlamentarios toman la palabra para defenderlas y a continuación se someten a votación, publicándose aquellas que sean aprobadas. Así, en conjunto y a través de este relevante debate parlamentario los ciudadanos adquieren una información completa del momento político que vive el país.

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