Una de las principales instituciones de la Unión Europea es el Parlamento Europeo, donde los ciudadanos de los Estados miembros están representados por los eurodiputados, elegidos cada cinco años en unas elecciones que se celebran simultáneamente en los Veintisiete. Como institución, en las primeros tratados fundacionales, la asamblea tenía carácter consultivo, pero con el paso de los años y el aumento de competencias de la UE, las funciones decisorias de este órgano de representación fueron creciendo. Además, su naturaleza representativa también cambió, ya que si en las primeras décadas estaba compuesto por representantes de los parlamentos nacionales, desde 1979, es elegido directamente por los ciudadanos.

España ingresó en las entonces Comunidades Europeas en 1986. Y en enero de ese año, los primeros representantes españoles ocuparon sus escaños en las sedes de Estrasburgo y Bruselas. Los primeros parlamentarios fueron diputados y senadores de las Cortes Generales, hasta que un año más tarde, en 1987, se celebraron los primeros comicios en España para elegir a nuestros europarlamentarios. Desde entonces, cada cinco años, los españoles han acudido a las urnas para decidir quiénes les representan en el Parlamento Europeo, en unas elecciones que se celebran con circunscripción única, según establece la Ley Orgánica del Régimen Electoral General. El número es proporcional a la población en relación con el conjunto de Europa y, por ello, de elección en elección ha ido modificándose esta cifra. La última modificación se produjo en 2020, cuando tras la salida del Reino Unido, se redistribuyó el número de escaños de los restantes países miembros.