Los diputados elegidos por los ciudadanos son los que aprueban la investidura del presidente del Gobierno.
Esto implica que el mismo Congreso que le ha otorgado la confianza pueda retirársela.
La Constitución prevé dos fórmulas: la moción de censura, a iniciativa de los diputados; y la cuestión de confianza, que parte del propio jefe del Ejecutivo.