El Debate sobre el estado de la Nación es más que una sucesión de discursos en la tribuna del Hemiciclo. Nace de una comunicación por escrito, la que registra el Gobierno y que tiene como consecuencia la convocatoria de este Pleno que forma parte de nuestra tradición parlamentaria desde la segunda legislatura, y da pie a otros escritos, las propuestas que los grupos parlamentarios plantean tras la exposición del presidente del Gobierno y que provocan un pronunciamiento de la Cámara en forma de votación.

El debate y votación de 138 propuestas de resolución marcará la posición del Parlamento ante la política general del Gobierno.

Una vez concluido el debate con el presidente del Gobierno, las formaciones políticas representadas en la Cámara asumen el protagonismo del debate con el ejercicio de una de las funciones del Parlamento, muy vinculada a la de control al Ejecutivo: la de orientación política.
 
Lo hacen a través de las propuestas de resolución, hasta quince por grupo parlamentario que se registran en la media hora posterior a la finalización del debate y que pueden ser objeto de enmiendas y negociación entre los grupos antes de someterse a votación.
 
La tercera y última jornada del debate se dedica así a la defensa de estas propuestas ante el Pleno, al estudio de enmiendas y la adopción de acuerdos antes de poner a prueba los apoyos en el momento de la votación.
 
Las propuestas se votan una a una, con las enmiendas que acepte el grupo proponente o, si así lo decide, en los términos de la propuesta original. Si consiguen más votos a favor que en contra quedan aprobados en forma de resoluciones: mandatos parlamentarios al Gobierno  de carácter político, no jurídico, pues no se trata de iniciativas legislativas.
 
En este 26º Debate de Política General se han presentado 138 propuestas de resolución, sobre las que, a su vez, se han registrado otras tantas enmiendas, que los representantes de los grupos parlamentarios tienen 15 minutos para defender ante el resto de los diputados. Finalizados los discursos, serán los votos los que hablen.